A veces, al hablar o al escribir, solemos utilizar como sinónimos los verbos reiniciar y reanudar. En realidad, tienen significados distintos. Reiniciar es volver a empezar, mientras reanudar indica continuar o volver a poner en marcha.
Por lo tanto, son incorrectas expresiones como estas: “Después de la semana de receso se reiniciaron las clases”; “el partido debió suspenderse por lluvia y más tarde se reinició”.
El término preciso, en los dos ejemplos anteriores, es reanudar: “… se reanudaron las clases”, “… más tarde se reanudó (el partido)”.
Otro mal empleo semántico es el uso del vocablo versión en lugar de edición. Ejemplos: “Se realizó la vigésima tercera versión de la Feria del Libro”, “El festival llega a la undécima versión”, “Se corre la quinta versión de la carrera atlética”.
Según el DRAE, versión significa traducción; modo que tiene cada uno de referir un mismo suceso o cada una de las formas que adopta la relación de un suceso, el texto de una obra o la interpretación de un tema.
En cambio edición, en la séptima acepción que para esta palabra tiene el Diccionario, significa: “Celebración de determinado certamen, exposición, festival, etc., repetida, con periodicidad o sin ella”.
Por consiguiente, los ejemplos anotados quedarían mejor así: “Se realizó la tercera edición de la Feria del Libro”, “El festival llega a la undécima edición”, “Se corre la quinta edición de la carrera atlética”.
Ha tomado carrera, en todos los ámbitos, pero especialmente en el académico, el término ‘normatividad’ –que no aparece en el DRAE– para referirse al conjunto de preceptos establecidos en las leyes.
Para expresar este concepto, los vocablos apropiados son normativa, cuando se quiere indicar el conjunto de reglas y preceptos aplicables a una determinada materia o actividad, o norma, este, específicamente, cuando se trata de una ley o un reglamento.