Electo y elegido son los dos participios del verbo elegir; el primero es irregular y el segundo, regular. El participio electo cumple una función de adjetivación; siempre debe acompañar al nombre del cargo y hace referencia a la persona que todavía no ha tomado posesión de él. En cuanto a elegido, el Diccionario Panhispánico de Dudas dice que es la única forma que debe usarse en la formación de tiempos compuestos: “los colombianos han elegido a su presidente”; “el representante al Consejo Superior fue elegido por xx votos”.
Uno de los verbos con que quizá mayor confusión se presenta en su utilización es haber. En realidad, en nuestro idioma hay dos verbos haber: uno principal y otro auxiliar.
El verbo principal es defectivo; es decir, únicamente se usa en la tercera persona del singular en todos los tiempos y modos: hay, hubo, habrá, había, haya, habría, hubiera o hubiese, hubiere.
Estas formas no admiten el plural: “hubo un encuentro de…” o “había cinco estudiantes”.
En cambio, el verbo auxiliar sí tiene todas las formas y personas. Este verbo se distingue del principal porque siempre va seguido de un participio masculino o de la preposición de. Ejemplos: “nosotros hemos venido”; “ellas habrían pagado”; “los estudiantes hubieron de persuadirse”.
En alguna ocasión alguien le preguntó a este Juez si se podía decir haiga. Como es obvio, la respuesta fue positiva. Según el DRAE, haiga es un sustantivo masculino y en su única acepción dice: “automóvil muy grande y ostentoso”.
Parece que el origen de dicho vocablo está en la siguiente historia. Determinado país hispanohablante, hace ya varias décadas, gozó de una prosperidad inusitada. Como consecuencia, de todas las clases sociales surgieron nuevos ricos, muchos de ellos sin mayor preparación escolar. Estos, al llegar al concesionario, a la pregunta del vendedor, solían responder: “Véndame el más grande que haiga”. De ahí, la Real Academia tomó el término y lo incorporó al Diccionario.