Comunicador@s y periodistas; estimad@ Pedro; niñ@s indígenas entre la exclusión y el olvido; bienvenid@s, querid@s compañer@s.
Los anteriores apenas son unos pequeños ejemplos tomados de textos publicados en la red, de una incorrección gramatical que, infortunadamente, ha venido tomando fuerza en los medios impresos y electrónicos. Con la intención de incluir los dos géneros (masculino y femenino) en una sola palabra, comienza a popularizarse la utilización del símbolo arroba (@). ¿Pero qué dicen las autoridades gramaticales y los estudiosos al respecto? En el Diccionario panhispánico de dudas se puede leer lo siguiente:
Para evitar las engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas, etc.), ha comenzado a usarse en carteles y circulares el símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo parece incluir en su trazo las vocales a y o: l@s niñ@s. Debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre en Día del niñ@, donde la contracción del solo es válida para el masculino niño…
Por su parte, la Fundación del Español Urgente (Fundéu) recomienda:
El empleo de la arroba es un recurso incorrecto para evitar poner una palabra en masculino o en femenino cuando se refiere a un grupo heterogéneo: Querid@s compañer@s. No es un signo lingüístico por lo que, según la norma, conviene no utilizarlo.